Investigadores de la Unidad de Investigación Clínica de Tumores Hematológicos H120-CNIO han descubierto que los virus de las hepatitis B y C son una de las causas del mieloma múltiple, y que eliminar la infección con antivirales es la vía para combatir muchos casos de este tipo de cáncer. Hace unos años, la curación de un paciente de mieloma múltiple, tras haber sido tratado de una hepatitis C, sorprendió a los investigadores del grupo de Joaquín Martínez, de la Unidad de Investigación Clínica de Tumores Hematológicos H12O-CNIO, una colaboración del Hospital 12 de Octubre (H12O) y el Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas (CNIO). Ahora, el hallazgo del grupo del CNIO y el Hospital 12 de Octubre, realizado en colaboración con Sylvie Hermouet, de la Universidad de Nantes (Francia), ha merecido un reciente editorial en la revista ‘Haematologica’.
“El reconocimiento de esta asociación entre la hepatitis vírica y el mieloma múltiple, así como con las patologías que se sabe que anteceden a la aparición del mieloma, las gammapatías monoclonales, tiene importantes implicaciones clínicas”, señala la revista. “Identificar precozmente una infección por el virus de hepatitis B o C en estos individuos puede conducir al tratamiento antiviral adecuado y la consiguiente mejora de los resultados”, ha añadido la publicación.
Hasta el momento, se desconoce qué causa el mieloma múltiple, y aunque se sospecha hace tiempo que tiene relación con patógenos infecciosos, nunca se había comprobado esta conexión ni entendido la razón. Las investigadoras María Linares y Alba Rodríguez-García, de la Unidad Clínica de Cáncer Hematológico H12O-CNIO y de la Universidad Complutense de Madrid (UCM), decidieron estudiar la curación del paciente con hepatitis. Para ello, recurrieron a la teoría que atribuye la causa del mieloma múltiple a la exposición crónica del organismo a un agente infeccioso.
Un exceso de anticuerpos frenado por antivirales
El mieloma múltiple (MM) consiste en una proliferación excesiva de las células de la sangre que generan los anticuerpos (también llamados inmunoglobulinas), las proteínas que defienden al organismo de infecciones. En el mieloma, un determinando anticuerpo -distinto en cada caso, en función del agente infeccioso- es producido de manera continua y excesiva. Una teoría propone que esta anomalía se debe a la exposición crónica al agente infeccioso, que altera las señales bioquímicas implicadas en la producción del anticuerpo específico contra ese agente. La curación del paciente con mieloma y hepatitis C tras haber sido tratado de esta enfermedad infecciosa parece apoyar esa teoría.
Linares y Rodríguez-García conjeturaron que el organismo dejó de estar crónicamente expuesto al virus de la hepatitis porque el fármaco antiviral lo eliminó, y por eso el mieloma desapareció -las células que fabrican anticuerpos anti-hepatitis C dejaron de reproducirse en exceso-. Para investigar si en efecto había ocurrido así se realizaron 2 estudios en los que se incluyeron 54 pacientes con gammapatía monoclonal (la patología que antecede al mieloma múltiple) y hepatitis: 9 pacientes con hepatitis C, en un primer trabajo, y 45 pacientes con hepatitis B, en el trabajo publicado en Haematologica. En gran parte de ellos comprobaron que el anticuerpo que estaban produciendo de manera constante y excesiva era, efectivamente, contra el virus de la hepatitis. Después pasaron a analizar una cohorte mucho más amplia de pacientes de mieloma múltiple (más de 1.300) infectados de hepatitis B, y de hepatitis C (más de 1.200). En ambas cohortes concluyeron que en quienes recibieron tratamiento con antiviral “la probabilidad de supervivencia fue significativamente mayor”.
Nuevas opciones de tratamiento
Los autores, que también publican sus resultados en ‘Haematologica’, aseguran que, “en pacientes infectados por el virus de las hepatitis B o de la hepatitis C el mieloma múltiple o la gammapatía pueden estar causadas por estos virus, y el estudio demuestra la importancia del tratamiento antivírico en estos pacientes”. El editorial de la revista concluye: “La asociación entre la hepatitis vírica y el desarrollo de mieloma múltiple y otras gammapatías monoclonales se ha convertido en un importante campo de investigación. Las infecciones crónicas por el virus de las hepatitis B o de la hepatitis C contribuyen a la patogénesis de estas neoplasias hematológicas, lo que justifica un aumento de las estrategias de concienciación, detección y tratamiento”. Añade que en pacientes de gammapatías dirigidos por estas hepatitis -que pueden ser identificados tras el análisis del anticuerpo que están produciendo en exceso-, “la terapia antiviral debe ser prescrita lo antes posible”.
*infobae *EFE
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