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La verdadera California no está en EEUU: es un estado mexicano que nació de las novelas de caballerías españolas

Un mapa del cartógrafo Diego Gutiérrez de 1562 ubicó por primera vez California en un punto geográfico, en el actual Cabo San Lucas, la principal ciudad de Los Cabos

Ahora, los habitantes de Baja California, al noroeste de México, reclaman su reconocimiento: «‘Sorry’ por los gringos de California, nosotros vamos primero»

California no nació con el Estado Dorado de EEUU. Su origen surgió con el descubrimiento de una provincia mexicana que se encuentra justo debajo, la Baja California. Francisco Cortés de San Buenaventura, por mandato de su primo Hernán Cortés, partió en 1523 a buscar el Mar del Sur, que es como se conocía entonces al actual océano Pacífico. Al volver de su expedición en la costa de Colima informó a Hernán Cortés de su viaje y es él quien en una carta al emperador Carlos V de 1524 mencionó «una isla toda poblada de mujeres sin varón alguno».

Se encontraba a «diez jornadas» de Colima y aseguró que otros exploradores «han ido allá y la han visto». Hablaba Cortés de una tierra «muy rica de perlas y oro», a la que unos años después el propio colonizador o algún marinero que leyó novelas de caballerías le dio el nombre de California. Es, no obstante, una península, que no isla, ya que se encuentra rodeada por el oeste por el oleaje del Pacífico y al este por el que luego se conocería como el Mar de Cortés, al que Jacques Cousteau calificó como el «mejor acuario del mundo», pero unida al continente por su flanco norte.

El escritor de Medina del Campo (Valladolid) Garci Rodríguez de Montalvo narró en el quinto libro del Amadís de GaulaLas sergas de Esplandián, cómo era la isla de California. Afirmó que en ella vivían las amazonas, unas mujeres «de valientes cuerpos y esforzados y ardientes corazones», así como de «grandes fuerzas». Ellas instalaron un «modelo social ginecocrático al margen del mundo masculino», como expresa Isidro Luis Jiménez, profesor de la Universidad de Arizona, en su trabajo Las amazonas, California, Rodríguez de Montalvo y las crónicas americanas.

Se calcula que Montalvo lo redactó en una fecha posterior a 1495, por las influencias de las noticias de los viajes colombinos y de las nuevas tierras americanas, y por sus citas a la toma de Granada y la expulsión de los judíos, aunque anterior a 1497, puesto que la toma de Melilla, a pesar de su relevancia, no aparece en la obra. El precursor de las novelas de caballerías españolas influiría, sin pretenderlo, en la denominación de esa zona al sur de Estados Unidos y al norte de México, gracias al poder que sus obras tuvieron en el imaginario de los marineros y colonizadores.

Cabo San Lucas, la primera California

«Calafia y sus amazonas californianas en las Sergas de Esplandián presentan como característica principal el aparecer enmarcadas en la lucha de los cristianos por Constantinopla», nunca en una América de la que en ese momento poco se conocía, refleja Isidro Luis Jiménez. Pero este profesor recalca que todos los antecedentes que se plantearon en la época medieval sobre el mito de las amazonas «tuvieron un gran efecto en la cosmovisión de Cristóbal Colón, junto a otras ideas míticas y religiosas», hasta el punto de que el genovés las menciona en varias ocasiones en los diarios que redactó con motivo de su primer viaje al Nuevo Mundo.

El Arco de Cabo San Lucas, en Baja California Sur. /WIKIMEDIA

Los colonizadores asociaron las descripciones que Garci Rodríguez de Montalvo hizo en sus novelas de la isla gobernada por Calafia a la población y orografía que caracterizaba a la Baja California en el siglo XVI. «Su isla era la más fuerte de todo el mundo, con sus escarpados farallones y sus pétreas costas», como las que pueden encontrarse en todo el litoral bajocaliforniano y de las que la postal más destacada es el Arco de Cabo San Lucas. «Sus armas eran todas de oro y del mismo metal eran los arneses de las bestias salvajes que ellas acostumbraban domar para montarlas, porque en toda la isla no había otro metal que el oro», decía la obra. Precisamente, el historiador Carlos Lazcano Sahagún le otorgó un valor principal a esta ciudad de Los Cabos, que fue el primer sitio que recibió el nombre de California, entre 1535 y 1536. 

Antes que la península de la Baja, la primera California fue Cabo San Lucas»

Carlos Lazcano Sahagún

Historiador

«Uno de los nombres que llamó mi atención en las exploraciones cartográficas fue el de Cabo California, primer topónimo hispano que recibió el actual Cabo San Lucas», un lugar que se registró por primera vez en un mapa de Diego Gutiérrez de 1562, que es el más antiguo en el que aparece un punto geográfico denominado California. «En este mapa, la península aparece sin nombre y pasarían 25 años para que el término California la identificara en la cartografía. Es decir, antes que la península, la primera California fue Cabo San Lucas«, sostiene Lazcano Sahagún. Hernán Cortés nunca llegó a ver estas formaciones rocosas; él sólo recaló en La Paz, capital actual de Baja California Sur.

California mexicana o California del Sur

Los habitantes de la Baja California, el estado mexicano que limita con la California estadounidense, tienen arraigado lo que la historia les ha dado: haber sido el lugar que dio nombre a una zona que ahora se conoce principalmente por la influencia de sus vecinos del norte. Mencionar a California lleva a pensar en Estados Unidos, pero bajacalifornianos se resisten a que esa concepción permanezca. «Sorry por los gringos de California; nosotros vamos primero», exclama una habitante de San José del Cabo.

Imagen aérea de la playa de Los Cerritos, en Baja California Sur. /JOSH WITHERS (PEXELS).
Imagen aérea de la playa de Los Cerritos, en Baja California Sur. /JOSH WITHERS (PEXELS).

El sentir de los locales es unánime: quieren recuperar un estatus que Estados Unidos les hizo perder. El nombre de Baja California ni siquiera les convence. Prefieren renombrar su estado como «la California mexicana o California del Sur», señala durante un paseo por calles plagadas de galerías de arte esta originaria de San José del Cabo, una ciudad colonial y artística de Los Cabos, el más turístico de los cinco municipios de Baja California Sur.

  • Los bajacalifornianos no ocultan su complejo de ignorados, aunque son conscientes de que nunca alcanzarán el nivel de reconocimiento que tiene su hermano estadounidense. California, si fuera una nación independiente, se convertiría en la quinta economía mundial, de acuerdo con las estimaciones del producto interior bruto (PIB) que ha elaborado desde 2015 el Gobierno federal. Estaría, por tanto, por delante de países como Reino Unido, Francia o Brasil. En 2022, rozó la cuarta posición.

Estos mexicanos peninsulares -se puede ser de la península que rodean el Pacífico y el Mar de Cortés o de «tierra firme», como llaman al resto del país- exigen que se valore su tierra y que se diferencie del Estado Dorado. «Tan lejos de Dios y tan cerca de Estados Unidos», replica Maury, natural de la Baja California Norte y guía de High Tide, una compañía turística que organiza actividades y tours en Los Cabos.

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Los Cabos, turismo de lujo en México

Los Cabos, formado por las ciudades de Cabo San Lucas y San José del Cabo, se ha convertido en uno de los destinos turísticos de lujo más demandados de México. «Se vive de la construcción y del turismo, pero es el turismo el que motiva esa construcción», asegura un conductor que traslada viajeros del aeropuerto a Pueblo Bonito Pacífica (en la imagen), uno de los numerosos resorts de la punta de la Baja California. Varias hoteleras españolas, como Riu, Melià y Barceló, ya han apostado por esta preciosa costa.

Aunque ya era un lugar habitual de vacaciones para los turistas estadounidenses y canadienses, por su cercanía y por las conexiones aéreas, Los Cabos trata de abrir mercado en Europa. Entre junio y septiembre, Iberojet fleta vuelos directos desde Madrid al Aeropuerto Internacional de Los Cabos.

La belleza, la seguridad, la cercanía de sus gentes y el gran abanico de actividades que en Los Cabos se pueden realizar, desde montar a caballo por la playa a ver ballenas, colocan a este municipio bajocaliforniano en uno de los más atractivos para viajes de lujo y lunas de miel.

*epe

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