A lo largo del proceso del lanzamiento de una misión espacial, se lleva a cabo un cierto ritual consistente en varias curiosidades. Sin embargo, hay una que llama particularmente la atención. ¿Por qué los astronautas repiten una y otra vez el hecho de bajarse del autobús que les lleva a la base de lanzamiento para miccionar? Es una tradición que se remonta a más de medio siglo atrás. Es un gesto que tuvo lugar en la primera misión que llevó al ser humano al Espacio y, por ello, se ha seguido ha rajatabla este mismo proceso.
La clave para entender este curioso y sorprendente ritual se remonta a la Guerra Fría. Por aquel momento, La Unión Soviética y Estados Unidos comandaba los 2 bloques principales tras la Segunda Guerra Mundial, el comunista y el capitalista. Desde ese momento, comenzó una carrera que tuvo diversos escenarios, desde el desarrollo de armas nucleares hasta la carrera espacial. En este último caso, culminó con la llegada del ser humano a la Luna, pero lo cierto es que, para entonces, ya habían ocurrido una serie de acontecimientos.
El más notable de todos ellos, quizás, fue la primera vez que el ser humano visitó el Espacio. Aquel privilegio lo tuvo Yuri Gagarin. En abril de 1961, este astronauta de la URSS comandó una expedición. Marcó un antes y un después en la historia y, por este motivo, todo el proceso de lanzamiento fue analizado al detalle. Durante el mismo, hubo algo que llamó particularmente la atención. Durante el trayecto que le aproximaba a la estación de despegue, creyó conveniente parar para orinar. El conductor le dijo que se posicionase en la rueda trasera.
Una simple anécdota que se ha mantenido vigente hasta el día de hoy
Este simple hecho fue suficiente para que, pese al paso de los años, se haya mantenido esta misma tradición. Al fin y al cabo, se trata de una costumbre que, no obstante, no es posible hacer de igual forma en el caso del sexo femenino por cuestiones lógicas. Aun así, lo cierto es que sigue llevándose a cabo para conmemorar una tradición que ya forma parte de la historia de los lanzamientos. En el caso de las astronautas, suelen llevar envasada parte de su orina para tirarla junto a la rueda, un gesto que sirve para rendir tributo a Yuri Gagarin.
De acuerdo con la información de Live Science, copiar los rituales de Gagarin antes de un lanzamiento ruso sirve para ayudar a las tripulaciones a hacer que una misión peligrosa sea más rutinaria, al mismo tiempo que honra la contribución del mítico astronauta soviético. Pese a las innovaciones introducidas en los trajes espaciales, se ha mantenido esta costumbre con el paso de los años, convirtiéndose esta tradición en algo casi obligatorio para las nuevas generaciones.
De igual manera, se copian otros muchos elementos clave en los rituales, tales como plantar árboles en el mismo área que lo hizo Gagarin o ver la película ‘El sol blanco del desierto’, un largometraje que también vio el primer astronauta antes de convertirse en el primero en llegar al Espacio.
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