En el portal web de la Fundación Española de Alzheimer, la Dra. Araceli Alonso, neuróloga de la Unidad de Trastornos del Movimiento del Servicio de Neurología del Hospital Universitario Ramón y Cajal de Madrid y vicepresidenta de la Asociación Madrileña de Neurología, explica que existen tres dietas que pueden brindar protección al cerebro. Estas son la dieta mediterránea, la DASH y la MIND.
“Se ha demostrado que las tres dietas son capaces de mejorar la cognición en sujetos sanos, prevenir el deterioro cognitivo asociado a la edad y a enfermedades como el Alzheimer, además de la progresión y la atrofia cerebral”, dice la experta.
Por lo que se recomienda consumir:
- Brócoli.
- Repollo.
- Coliflor.
- Nabo.
- Verduras de hoja verde.
- Aceite de oliva.
- Tubérculos.
- Granadilla.
- Cereza
- Manzana.
- Naranja.
- Uva.
- Fresa.
- Nuez
- Cacao.
- Café.
- Pescados ricos en omega-3 y omega-6.
Según indica la experta, deben evitarse o moderar el consumo de alimentos que están asociados con el empeoramiento de la cognición, como lo son las grasas de origen animal los azúcares, alimentos procesados y las carnes rojas.
Cabe resaltar que estas dietas no garantizan que no se padezca de Alzheimer, sino que son neuroprotectoras, es decir, que brindan protección al cerebro, lo que puede ayudar a disminuir el riesgo de padecerla.
No existen alimentos o productos milagrosos que puedan evitar o combatir la enfermedad; pero un estilo de vida saludable puede contribuir a su prevención.
“La dieta debe ser saludable de forma global, no hay un único alimento o suplemento capaz de cambiar cómo envejece el cerebro, y también deber ser parte de una intervención completa en el estilo de vida, que incluya ―sobre todo― ejercicio físico, evitar el tabaco y controlar estrictamente los factores de riesgo vascular como la hipertensión, la diabetes y el colesterol”, indica la doctora Alonso.
Alzheimer y actividad física
El Alzheimer es la forma más común de demencia y “acapara entre un 60 % y un 70 % de los casos”, según datos de la Organización Mundial de la Salud. Esta entidad explica que el número de personas con esta enfermedad está aumentando rápidamente. “La demencia afecta a nivel mundial a unos 50 millones de personas, de las cuales alrededor del 60 % viven en países de ingresos bajos y medios. Cada año se registran cerca de 10 millones de nuevos casos”.
Esta enfermedad no suele presentar síntomas en su etapa temprana. “Primero afecta las partes del cerebro que controlan el pensamiento, la memoria y el lenguaje. Las personas con el mal pueden tener dificultades para recordar cosas que ocurrieron en forma reciente o los nombres de personas que conocen. Un problema relacionado, el deterioro cognitivo leve, causa más problemas de memoria que los normales en personas de la misma edad”, explica Medline Plus, sitio web de la Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos.
Realizar actividad física regular ayuda a combatir otros factores de riesgo del Alzheimer como la depresión y la obesidad, explica Mayo Clinic, entidad sin ánimo de lucro dedicada a la práctica clínica, la educación y la investigación.
La entidad señala que hacer media a una hora de ejercicio varias veces a la semana puede ayudar a obtener los siguientes resultados:
En el caso de las personas que padecen la enfermedad ayuda a mejorar la memoria, el razonamiento, el juicio y la capacidad de pensamiento.
Ayuda a retrasar el inicio o el avance de la enfermedad en personas que tienen un alto riesgo de desarrollarla.
- En las personas que no tienen Alzheimer, ayuda a conservar la capacidad de pensamiento, razonamiento y aprendizaje.
- Contribuye al aumento del tamaño del área del cerebro relacionada con la construcción de memoria, el cual es el hipocampo.
*Semana
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