Guardar las sobras en la nevera es un hábito común para evitar desperdiciar la comida y prolongar su frescura. Sin embargo, no todos los alimentos pueden mantenerse refrigerados durante varios días sin poner en riesgo su seguridad. Aunque algunos productos parecen estar en buen estado a simple vista, pueden volverse tóxicos sin dar señales evidentes, representando un riesgo para la salud.
Por lo tanto, es importante saber cuáles son los alimentos más sensibles y seguir prácticas adecuadas de conservación. La manipulación, la higiene y la temperatura de almacenamiento juegan un papel fundamental en la prevención de intoxicaciones alimentarias. Para evitar problemas, es esencial identificar aquellos alimentos que no deben permanecer más de dos días en la nevera y conocer las recomendaciones de los expertos.
Factores que afectan la seguridad de los alimentos
Los científicos enfatizan la importancia de una correcta desinfección de las verduras y de la manipulación higiénica de los utensilios utilizados y las superficies sobre las que estén los productos. Además, recomiendan que la temperatura del frigorífico se mantenga entre 0 y 4 °C para reducir el crecimiento bacteriano.
Otro aspecto clave es no guardar los alimentos calientes directamente en la nevera, ya que esto puede elevar la temperatura interna y favorecer la proliferación de microorganismos.
De todos modos, el tiempo durante el cual se puede guardar un alimento en la nevera depende de diversos factores como la técnica de cocción, la calidad de los ingredientes y el tiempo que transcurre entre su preparación y su refrigeración. Una mala gestión puede acelerar la aparición de bacterias peligrosas.

Los alimentos más susceptibles a volverse tóxicos
Blanca García Orea, nutricionista y autora de Dime qué comes y te diré qué bacterias tienes, explica en su libro que los alimentos con alto contenido de humedad y un pH neutro son especialmente vulnerables al crecimiento bacteriano. Además, advierte que algunas toxinas pueden desarrollarse incluso sin alterar el olor, sabor o apariencia de la comida.
Para evitar intoxicaciones, se recomienda consumir los siguientes alimentos en un plazo máximo de dos días tras su preparación o compra:
- Arroz y pasta cocidos
- Carne y pollo picados crudos
- Aves cocinadas o crudas
- Pescado crudo o marinado
- Alimentos listos para el consumo sin tratamiento térmico (ensaladas en bolsa, zumos no pasteurizados)
- Guisos con carne
- Huevos cocidos
- Sopas y caldos sin carne ni pescado
- Pollo asado
- Lentejas cocidas
- Puré de patata
- Salsas caseras
- Sopa de tomate
Adoptar hábitos de conservación adecuados es fundamental para evitar riesgos, y seguir estas recomendaciones ayudará a prevenir problemas de salud y garantizará que los alimentos que consumimos sean siempre seguros.
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