Estirar los músculos del cuerpo después de realizar actividad física aporta grandes beneficios, por más de que sean muchos los especialistas que aconsejan no hacerlo. Principalmente, la elongación es importante debido a que conseguirás recuperarte mucho más rápido de lo normal.
Cada ejercicio de estiramiento de los músculos debe durar alrededor de 20 segundos, y debe realizarse después de finalizar el entrenamiento. Hacerlo antes también puede resultar productivo y nunca será en vano.
Beneficios de estirar los músculos
Además de generar una sensación agradable, estirar los músculos del cuerpo después de cada entrenamiento reduce la tensión muscular, disminuye el cansancio y mejora la propiocepción, manteniendo el sistema nervioso en alerta y mejorando las emociones.
Al bajar la tensión y las molestias de los músculos, otro de los beneficios que puede alcanzar una persona que estira después de cada entrenamiento es el de dormir mejor y más placenteramente.
Además, la elongación de los músculos mejora la capacidad respiratoria generando otras sensaciones en el cuerpo. No por nada es el yoga una de las disciplinas que mediante el estiramiento busca la relajación.
Al hacer estiramientos después de hacer ejercicio, además, estarás acelerando el proceso de reabsorción del ácido láctico, que es el causante de las tan temidas agujetas, que son un dolor de los músculos de aparición tardía.
Por último, y no menos importante, otros beneficios que aporta la elongación después del entrenamiento es el hecho de evitar los calambres y el de favorecer el aumento de la masa muscular.
Qué pasa si no elongas después de hacer ejercicio
Al contrario de los beneficios explicados anteriormente, el hecho de no elongar después de hacer ejercicio puede provocar que los músculos se vuelvan más rígidos y tensos, aumentando el riesgo de lesiones. La elongación se debe realizar antes y después de la actividad física a través de una corta rutina que puede durar unos 8 minutos.
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