Portada » Por qué escuchamos una y otra vez la misma canción, según los psicólogos
Sapiencia

Por qué escuchamos una y otra vez la misma canción, según los psicólogos

Hombre usando smartphone y headphones
Hombre usando smartphone y headphones
La psicología explica qué resortes emocionales actúan cuando no podemos dejar de escuchar un tema musical.

Hay canciones que nos atrapan como un imán. Basta escucharlas una vez para sentir la necesidad de volver a darle al botón de repetición. Y lo hacemos sin remordimientos, una y otra vez, como si la melodía nunca pudiera agotarse. Esta costumbre, lejos de ser un simple capricho o locura transitoria, tiene mucho que ver con cómo funciona nuestro cerebro y con la manera en la que nos relacionamos con las emociones.

La música activa el sistema de recompensa cerebral, despierta recuerdos y genera una sensación de familiaridad que resulta muy reconfortante. En momentos de estrés, repetir una canción puede convertirse en un refugio; en tiempos de alegría, en la forma de prolongar un instante feliz. Y no es casualidad: según explica la Universitat de Barcelona, escuchar música estimula regiones del cerebro relacionadas con las emociones, la cognición y hasta el movimiento.

Este fenómeno, tan común como fascinante, también ha sido estudiado en profundidad por otras instituciones. Investigadores de la Universidad de Michigan descubrieron que el 86% de las personas escucha su canción favorita varias veces a la semana, y que seis de cada diez la reproducen varias veces seguidas. Además, quienes sienten un vínculo emocional muy fuerte con una pieza llegan a escucharla más de 300 veces a lo largo de su vida. Es decir, lo que hacemos cuando ponemos una canción en bucle no es ninguna rareza: es una conducta compartida por millones de personas en todo el mundo.

Las razones detrás de la repetición

Repetir una canción puede deberse a muchos motivos. La conexión emocional es uno de los más poderosos: una letra o un ritmo asociado a una experiencia personal nos invita a revivirla una y otra vez. También influye la necesidad de seguridad y confort: lo familiar nos calma y nos da estabilidad, especialmente en épocas de incertidumbre.

Desde el punto de vista biológico, cada reproducción activa la liberación de dopamina, la sustancia del placer, lo que genera un ciclo de recompensa que invita a volver a escucharla. A eso se suma la nostalgia, que convierte una canción en un puente hacia recuerdos felices, o la simple atracción que sentimos por un ritmo o melodía pegajosa que engancha al cerebro.

Para algunas personas, escuchar una canción repetida incluso mejora la concentración al reducir distracciones. Y, en otros casos, la repetición actúa como espejo del estado de ánimo: buscamos música que amplifique lo que sentimos, ya sea tristeza, euforia o calma.

Cómo disfrutar más de esta experiencia

Si eres de los que no se cansan de repetir una canción, puedes sacarle aún más partido. Escuchar con atención plena cada detalle (la instrumentación, los matices de la voz, los cambios de ritmo) permite descubrir cosas nuevas en cada reproducción. También puedes explorar versiones acústicas, remixes o directos para mantener la frescura sin perder la familiaridad.

Integrar la música en distintos momentos del día hace que la experiencia sea todavía más rica: caminar, hacer deporte, cocinar o meditar con una misma canción repetida puede transformar esas actividades en algo más placentero. Y si la compartes con alguien más, quizás descubras que para esa persona la canción significa algo completamente distinto.

En definitiva, escuchar la misma canción una y otra vez no es una manía extraña: es una forma profundamente humana de conectar con lo que sentimos, encontrar consuelo en lo conocido y dejar que la música nos acompañe en nuestras emociones más íntimas.

*menshealth

Sapiencia

Agregar Comentario

Click aquí para agregar comentario

2 + 8 =

Publicidad.

Topicos

Publicidad…