Aunque el uso de juguetes sexuales es algo cada vez más común, en el caso de que nunca los hayáis usado, todavía puede resultar un poco raro decirle a tu pareja que te gustaría compartir con ella la experiencia de utilizar alguno.
Es posible que esta propuesta haga surgir inseguridades sobre el aspecto físico o pensamientos de que, para estar con ella, necesitas algún tipo de estímulo adicional, ya no te basta con el puro y simple sexo tradicional.
Pero, en parte, tu pareja seguramente también sienta un poco de curiosidad. Así que, si estás pensando en hacer esta propuesta en un futuro cercano, te recomendamos que leas este artículo en el que te daremos algunos consejos sobre cómo tratar el tema.
Lo más importante es la comunicación
Aunque parezca una obviedad la comunicación es realmente lo más importante a la hora de introducir el tema de los juguetes sexuales en las relaciones sexuales de una pareja y, en realidad, a la hora de abordar cualquier cambio o problema dentro de la misma.
Está demostrado que hablar abiertamente de sexo y de la relación, mejora notablemente la felicidad de las parejas. No obstante, a la hora de introducir el tema, intenta no ser brusco y di, por ejemplo, que has leído un artículo al respecto en Men’s Health en el que se explicaba que usar juguetes sexuales puede ser muy divertido y una experiencia positiva para las parejas. De esta forma, es muy posible que consigas despertar su curiosidad.
También puedes hacerlo en forma de regalo, presentándolo como algo divertido y dejando abierta la posibilidad de que la cosa quede solo en eso, en un regalo divertido. Lo más normal es que a ella, al tenerlo en la mano y verlo directamente, le apetezca probarlo un día.
Otro buen argumento sería hablar de las bondades de la masturbación mutua.
Piensa en las razones por las que te gustaría utilizar un juguete en tus relaciones y cómo hacerlo
Por ejemplo, en el caso de que quieras utilizar un juguete porque te cuesta alcanzar el orgasmo durante el sexo “convencional”, explícale a tu pareja esta razón de forma sencilla. Asegúrale que te encanta el sexo con ella, pero que para ti también es importante alcanzar el orgasmo.
Podéis hablar también de cómo has pensado utilizar el juguete: ¿quién lo usará, los dos o solo uno? ¿Os lo aplicaréis el uno al otro? ¿Se usará solo al principio de las relaciones? ¿O al final, para llegar al orgasmo?
Es importante que ambos tengáis perfectamente claro qué va a pasar y cómo para generar tranquilidad y reducir la sensación de que puede resultar algo incómodo o extraño.
Tranquiliza a tu pareja
Todavía existe la creencia errónea de que la gente usa juguetes sexuales cuando está insatisfecha (de ahí palabras tan desafortunadas como “consolador”), pero eso no es así. El placer que aportan los juguetes sexuales no sustituye a los demás, sino que suma, es uno más al que solemos experimentar con el sexo convencional.
Un juguete sexual, por muy complejo que sea y por mucho placer que produzca, no puede sustituir a la relación sexual con otra persona. Es otra cosa, ni mejor ni peor, distinta. Solo existe para aumentar el placer.
Una vez convencidos, ¿Cuál es el siguiente paso?
Una vez que ambos estáis decididos a probar un juguete sexual, elegid uno que no os resulte intimidante a ninguno de los dos. No vayáis de 0 a 1000 km/h en un día. Es más sensato comenzar por algo sencillo y versátil como un vibrador en forma de pene.
Si la cosa os gusta, quizá dentro de un tiempo os podéis plantear la exploración de otras posibilidades más complejas.
¿Cómo introducir un vibrador en vuestras relaciones sexuales por primera vez?
Para una persona con vagina
– Aplica el vibrador en el clítoris durante la penetración o durante un cunnilingus.
– Puedes introducirlo en la vagina y masajear con él las paredes internas.
Para una persona con pene
– Colócalo en la punta del pene, especialmente en la parte de abajo.
– Con cuidado, puedes aplicarlo en los testículos y la zona del perineo.
Para ambos
– El vibrador es perfecto para aplicar en la zona del ano mientras se estimula otra parte del cuerpo.
– También sobre cualquier otra parte sensible del cuerpo como el cuello o los pechos, las posibilidades son infinitas.
Comentad la jugada
Igual que la comunicación es importante en el momento previo al uso de los juguetes, cuando todo ha terminado está bien dedicar un tiempo a hablar sobre qué os ha parecido la experiencia a los dos, qué cambiaríais, qué os apetece hacer en la próxima ocasión, etc.
¿Qué pasa si a alguno no os gusta?
En cualquier relación sexual, el consentimiento es la clave, así que si a alguno de los dos no os convence el experiencia, deberíais buscar otras formas de ampliar vuestros horizontes sexuales.
No obstante, puede ser muy positivo comentar tranquilamente qué es lo que no os ha gustado e intentar comprender las razones. Estamos seguros de que eso os beneficiará mucho como pareja.
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