Un reciente descubrimiento de dos cráneos por un grupo de científicos podría cambiar para siempre la manera en la que los humanos entendemos la historia de la medicina.
Los expertos investigaron osamentas egipcias de hace miles de años que formaban parte de la Colección Duckworth de la Universidad de Cambridge, en Reino Unido. Las piezas tenían lesiones provocadas por tumores. Uno de los cráneos, de más de 4.000 años de edad, muestra signos de haber pasado por una cirugía, ya sea con la intención de extirpar el tumor o de forma post mortem para entender la afección.
El secreto de los egipcios para tratar el cáncer
Desde hace tiempo, los investigadores estiman -por la lectura de textos antiguos– que, para su época, los antiguos egipcios eran excepcionalmente hábiles en medicina. Se descubrió que podían identificar, describir y tratar enfermedades y lesiones traumáticas, construir prótesis y colocar empastes dentales.
Pero ahora parece que era incluso más avanzados. Según estos recientes hallazgos; los egipcios intentaron tratar afecciones como el cáncer. Para examinar los límites de los tratamientos traumatológicos y oncológicos en el antiguo Egipto, un equipo internacional de investigadores ha estudiado ahora dos cráneos humanos de miles de años de antigüedad. «Vemos que, aunque los antiguos egipcios eran capaces de tratar fracturas craneales complejas, el cáncer seguía siendo una frontera del conocimiento médico», explicó Tatiana Tondini, investigadora de la Universidad de Tubinga y primera autora del estudio publicado en Frontiers in Medicine.
«Es interesante pensar que existe un contexto para esta intervención quirúrgica; y ese es la muy avanzada y sofisticada medicina del antiguo Egipto«, comentó Edgard Camarós, un paleopatólogo de la Universidad Santiago de Compostela. que trabajó con el equipo de investigadores.
«Es interesante pensar que existe un contexto para esta intervención quirúrgica; y ese es la muy avanzada y sofisticada medicina del antiguo Egipto«, comentó Edgard Camarós, un paleopatólogo de la Universidad Santiago de Compostela. que trabajó con el equipo de investigadores.
*cronista
Agregar Comentario