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La planta que casi no necesita luz y le da un color intenso a tu hogar

Planta clivia 

Planta clivia 

Si buscas una planta que ilumine tu casa con sus flores espectaculares y que, además, no te exija ser un experto en jardinería, la clivia es tu aliada perfecta. Esta planta, originaria de Sudáfrica, es famosa por su resistencia y su capacidad de florecer incluso en condiciones de poca luz, lo que la convierte en una opción ideal para interiores.

La clivia destaca por sus hojas perennes, largas y de un verde intenso, que forman una roseta elegante. Pero su verdadero atractivo reside en sus flores, que aparecen en primavera y verano en forma de racimos de color naranja, amarillo o rojo, creando un contraste espectacular.

Cómo cultivar la planta más colorida y resistente

Aunque la clivia es una planta poco exigente, hay algunos aspectos a tener en cuenta para garantizar su crecimiento y floración. Para empezar, puedes adquirir una planta ya desarrollada en un vivero o propagarla a partir de semillas o división de matas. Si optas por la siembra, ten en cuenta que puede tardar varios años en florecer.

En cuanto a la ubicación, prefiere lugares con luz indirecta o sombra parcial. Evita la exposición directa al sol, especialmente en verano, ya que puede quemar sus hojas. Si la cultivas en interior, asegúrate de que reciba algo de luz natural, aunque sea de forma indirecta.

El riego debe ser moderado, permitiendo que el sustrato se seque ligeramente entre riegos. Es importante evitar el encharcamiento, ya que puede provocar la pudrición de las raíces. Durante el invierno, reduce la frecuencia de riego, ya que la planta entra en un periodo de reposo.

Para favorecer la floración, puedes aplicar un fertilizante líquido específico para plantas de flor durante la primavera y el verano. Además, es recomendable trasplantar la Clivia cada dos o tres años a una maceta ligeramente más grande, utilizando un sustrato rico en materia orgánica.

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