Es sabido que en 2019, nuestro país ocupó el nada honroso primer lugar entre los países con mayor número de consumidores de refresco, 163 litros al año por persona, 40% más que Estados Unidos, quien ocupó el segundo lugar con 118 litros.
A nivel mundial, en 2023, se consumieron 329 mil 500 millones de litros de refrescos, un crecimiento de 5 mil millones con respecto a 2022, cuya tendencia se prevé que seguirá creciendo para el siguiente quinquenio llegando a 353 mil millones de litros para 2028.
Moderarse
Ante tal panorama y aunque la mayoría de la personas sabe que contienen grandes cantidades de azúcar, lo cual es perjudicial, ignoran las consecuencias que esto puede traer esto a su salud; lo más recomendable es no beberlas pero es quizá lo menos probable que ocurra o moderarse en el consumo, que es lo más viable.
Por ello, como ya es habitual, la Procuraduría Federal del Consumidor (PROFECO) realizó un análisis de 40 refrescos de las marcas comerciales más consumidas en México considerando las siguientes variantes:
- Veracidad de la información.
- Contenido neto.
- Calidad sanitaria.
- Azúcares.
- Cafeína.
- Contenido energético.
El estudio reveló cuáles son los cinco refrescos con menos azúcar:
- Aurrerá (600 mililitros) – no contiene azúcar.
- Coca Cola Light (600 mililitros) – sin azúcar.
- Pepsi Black (355 mililitros) – no contiene azúcar.
- Schweppes (330 ml) – 16.8 gramos de azúcar.
- Delaware Punch (355 ml) – 18.5 gramos de azúcar.
Es importante destacar, que a pesar de que la concentración de azúcar en estas marcas es baja, no significa que sean 100% saludables, de igual modo cabe mencionar que los refrescos “sin azúcar” emplean edulcorantes no calóricos que pueden ser un riesgo para los niños.
Contenido del refresco
- Acidulantes. Se utilizan para manipular la acidez de los alimentos, modificando o reforzando su sabor.
- Dióxido de carbono. La diferencia entre un refresco y una bebida saborizada reside en el agua carbonatada es decir, adicionada con ácido carbónico y dióxido de carbono, responsable del famoso “gas”, es decir, el burbujeo al abrir las latas o botellas.
- Edulcorantes. También conocidos como “sustitutos de azúcar”, cuya función es endulzar los productos.
- Conservadores. Esta clase de aditivos –natural o artificial– se utiliza con el objetivo de prevenir el deterioro que provocan los microorganismos presentes en los alimentos.
- Colorantes. Los colores incluidos influyen en la percepción del sabor y, por ende, en la preferencia de los consumidores.
*infobae