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Moctezuma: cuántos platillos tenía a su disposición el emperador mexica a la hora de comer

Al emperador Moctezuma, se le ofrecían diversos platillos que debían servirse sobre braceros de barro chico para que no se enfriaran

Uno de los hombres que más importancia tenían en el imperio mexica antes de la llegada de Hernán Cortés y sus hombres, juntos con sus aliados indígenas, fue el emperador Moctezuma II o Moctezuma Xocoyotzin, quien habría gobernado entre 1502 y 1520, cuando murió.

Y es que Moctezuma logró grandes cosas cuando estuvo al frente de Tenochtitlan, pues bajo su mando, el imperio creció y los pueblos que estaban a bajo el yugo mexica aumentaron los tributos que le daban a los de Tenochtitlan. Se cuenta que con Moctezuma II cambiaron algunas costumbres entre el pueblo y el emperador, pues no se le podía ver a los ojos ni tocarlo.

Moctezuma y Cortés se encontraron el 8 de noviembre de 1519 en la esquina de lo que hoy son las calles de Pino Suárez y República del Salvador, en el Centro Histórico de la Ciudad de México. Se dice que al llegar los españoles, y ver como era atendido Moctezuma, quedaron sorprendidos.

Y es que la riqueza tributaria llegaba a Tenochtitlan y servía a su soberano. De esta manera su servicio personal se construía a partir de aportaciones de todo su dominio, suministrada en forma exclusiva y dispuesta para su uso de la clase dirigente mexica.

Las mejores cocineras de México-Tenochtitlan eran las encargadas de hacer platillos al tlatoani. (Foto: UNAM)

Las descripciones de Bernal Díaz del Castillo y Hernán Cortés sobre los usos y costumbres alimenticios alrededor de Moctezuma revelan gran admiración de su parte. Bernal Díaz, por ejemplo, escribió que: “En el comer, le tenían sus cocineros sobre treinta maneras de guisados, hechas a su manera y usanza, y teníanlos puestos en braseros de barro chico debajo, porque no se enfriasen, e de aquello que el gran Montezuma había de comer guisaban mas de trescientos platos, sin mas de mil para la gente de guarda”.

Se ve al sistema tributario como una pirámide alimenticia, en donde la punta, que sería el tlatoani, desborda su patrimonio a toda la clase dirigente mexica. Desde sus allegados personales hasta la gente de su servicio.

Cortés confirma la misma información, al mencionar que: “Y al tiempo que traían de comer al dicho Montezuma, asimismo lo traían a todos aquellos señores tan cumplidamente cuanto a su persona, y también a los servidores y gentes de éstos les daban sus raciones”

El refinamiento civilizatorio de la mesa de Moctezuma le permitía disponer al tlatoani de cualquier alimento caliente, pues como dice en la cita de Bernal Díaz del Castillo, se tenían puestos los guisados en braseros de barro chico. Se intentaba que el tlatoani tuviera a su disposición los platillos que deseara, listos y en su punto, cuando él o sus allegados lo quisieran, pues hay que recordar que al emperador se le servían más de trecientos platillos.

Moctezuma hizo que Tenochtitlan tuviera un gran crecimiento. (Foto: Twitter@Cuauhtemoc_1521)

La infraestructura de la cocina, para disponer de 300 platillos, era enorme. La cocina del palacio reunía a las mejores cocineras de México-Tenochtitlan, quienes se esmeraban para preparar comida al gran señor. En la cocina del palacio, desde muy temprano, se molían los maíces para preparar el nixtamal. En la despensa se tenían más de 30 maíces diferentes, que llegaban periódicamente como tributo. Unos eran blancos, otros azules, rojos, amarillos y negros. Con ellos se elaboraban primero los tamales, que se cocían desde temprano. Estos, a su vez, eran rellenados con carne de pescado de laguna, de ancas de rana y de pato.

El resto de la masa quedaba lista y las cocineras comenzaban a echar tortillas en el comal, que luego guardaban en unos tompiates tejidos de palma gruesa cubiertos de un pañizuelo de manta limpio. Las hacían variadas, algunas de ellas enrolladas antes de entrar en la cesta. Se cuidaba de tenerlos en los canastos cerrados y cerca de los comales para que no se enfriaran.

Para los guisados se usaban diversas verduras, como calabacitas, esquites de elote tierno, jilotes cocidos, quelites al por mayor, nopales, huauzontles, aguacates, tomates y jitomates. Se preparaban ensaladillas frescas y guisos condimentados con las distintas calidades de chiles.

Las carnes se cocinaban según sus características. Era común ver a las aves asadas en unas varas de otate, sobre todo los guajolotes, que asombraban por su gran tamaño. Con la carne de venado se hacían tiras de que se secaban al aire y que se comían a mordiscos para acompañar una tortilla. Con los huevos de guajolote se preparaban unos suflés aderezadas con escamoles; mientras que los gusanos de maguey se guisaban con tomate, chile y epazote. Los chapulines se disponían en pequeñas jícaras para que Moctezuma tomara a su gusto. Las carnes de perros y jabalíes se guisaban en molli o salsas. Estas podían ser elaboradas con tomates y jitomates y con los chiles secos a los que se les agregaban cacahuates y pepitas de calabaza.

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